BIENVENIDA

Hola ha todos, les doy la bienvenida a este pequeño blog, en que trato de compartir mi misión que el Padre me encomendó: "Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo" (Mt, 28, 19). Espero que sea de su grado y si alguien tiene alguna consulta o duda de su fe puede tranquilamente preguntar, que dentro de lo poco que puedo saber, tal vez pueda ayudarlo.Sin mas que decir nuevamente bienvenidos, su amigo Danny.

lunes, 24 de agosto de 2009

PARA SER CATEQUISTA DEBO TENER… HUMILDAD

Para iniciar, escribiré sobre un valor que debemos tener y que muchas veces olvidamos: la humildad. Es difícil ser humilde es más, para muchos casi es imposible. Dice una frase, que alguna ves escuche, que “la humildad es un valor tan difícil que cuando creemos que la tenemos, en ese instante la hemos perdido”.
No me es ajeno escuchar algunas veces a los catequistas comentarios como: “yo ya no voy a formación, si ya aprendí todo”, “yo soy terco por que yo tengo la razón”, “yo tengo mas formación que todos”, “yo siempre rezo y leo la Biblia, mas que todos ustedes”, “ellos no son dignos de ser catequistas”, y otras más.
A veces nos olvidamos que vinimos a servir a todos y no por que eres encargado de grupo, tienes formación constante o haz terminado una escuela de catequesis eres mejor que todos.
Pero, ¿como conseguirlo? bueno primero reconocer que no somos más que otros sino que somos todos iguales (con defectos y virtudes). Y hay que hacer lo que hizo nuestro hermano Francisco, que vivió en pobreza y humildad, sirviendo a todo aquel que lo necesitaba; debemos ser personas o catequistas listas para servir… hasta dar el 200% de nuestra vida.

PARA SER CATEQUISTA DEBO TENER… (INTRO)

No fue hace un mes que tuve en mi grupo una reunión de formación y el sacerdote, amigo mió, nos decía algo que ya lo había escuchado, pero que hacia tiempo no recordaba: “Dar catequesis lo hace cualquiera, pero ser catequista, eso no lo hace cualquiera”.
Explico, nos basta con dar catequesis sino hay que vivir nuestra catequesis y vivir nuestro compromiso día a día. Es por ello a partir de hoy en adelante iré escribiendo, poco a poco, lo que creo que debe tener un catequista para así todo aquel que inicie en su labor como catequista pueda tener esta especie de guía. Lo interesante de esto, es que cada uno de estas características lo iré compartiendo con ustedes mientras lo voy aprendiendo con el cada día de mi vida.

SOLO SOY UN SEMBRADOR

Una vez me decía el padre Carlos (asesor de nuestro grupo de catequistas de Confirmación): “hay que tener discípulos, que de tu grupo salgan personas que puedan ser nuevos catequistas” Como la parábola del sembrador, que cada semilla de miles de frutos.

Dentro de mis cinco años de catequista he tenido la alegría de tener tres ‘semillas’: Manuel, Joseline y Daniela. Cada uno llego de manera distinta, pero con un motivo similar: ser catequistas.
Manuel, fue el primero. Fue mí catequizando en mi primer año de encargado y en verdad les digo, fue una sorpresa para mí que se decidiera ser catequista. Me acuerdo que cuando lo vi le dije “¿tú que haces acá?” y él me respondió “quiero ser catequista”, desde ese día hasta hoy tiene dos años de catequista. Dios lo ha llamado.
Joseline, fue la segunda. Aun recuerdo que cuando se preparaba para la confirmación falto como 6 charlas y ya debia sacarla del grupo (por que habia excedido en faltas permitidas) pero había algo que me decía que le debía dar una oportunidad más. Creo que Dios así lo quiso e intersedia por ella.
Por ultimo, apareció Daniela. Dio la ‘casualidad’ que necesitábamos catequistas para los grupos del sábado en la mañana, y fue que un día que despues de misa la volví a ver, me atreví y le dije: “¿Quieres ser catequista?” y la respuesta fue un “Si” sin dudas. Y hoy esta en la catequesis. Dios la puso en este camino, eso es verdad.

Pero solo soy un sembrador, que ha esparcido semillas por muchos corazones y estas están creciendo por que Dios así lo quiere, me alegro cuando veo ha mis confirmando en misa o en un grupo de la parroquia pero mi alegría es mas grande cuando ellos deciden llevar la palabra de Dios a más jóvenes.

De estos chicos espero mucho, serán grandes catequistas; se que llegará el día que den sus propios frutos, es por eso que espero y pido que Dios les de bendiciones y que muy pronto escuche tan claro la voz de Nuestro Padre como yo la oigo.

Daniela - Manuel - Joseline

“Otros, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron, unos el ciento, otros el sesenta, y otros el treinta por uno” (Mt. 13, 8)