BIENVENIDA

Hola ha todos, les doy la bienvenida a este pequeño blog, en que trato de compartir mi misión que el Padre me encomendó: "Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo" (Mt, 28, 19). Espero que sea de su grado y si alguien tiene alguna consulta o duda de su fe puede tranquilamente preguntar, que dentro de lo poco que puedo saber, tal vez pueda ayudarlo.Sin mas que decir nuevamente bienvenidos, su amigo Danny.

viernes, 8 de julio de 2011

Para jalarme las orejas… (Gracias Padre)

Esta semana ha sido diferente, no solo por el frió que hoy vivimos los limeños, sino por lo que Dios ha hecho en mi vida… Les comento, el Padre me ha jalado las orejas por lo que hasta ahora he estado haciendo este año de catequesis. Sí, no les miento… he iniciado este año no con las ganas que le daba todos los años a mi catequesis… problemas, personas y situaciones ha abrumado mi vida y han hecho que una y otra vez piense que es hora de dejarlo todo… dejar mi parroquia, mi catequesis y mi vocación.

Pero este fin de semana pasado ha hecho que replantee mi forma de pensar. El sábado les comentaba a mis confirmandos que por ellos sería capaz de hacer cualquier cosa, con tal que llegue el momento en que logren encontrar a Cristo. Lindas palabras salidas de la boca de un catequista que se decía siempre que ya era hora de poner punto final a esta aventura. Que ya es tiempo que otros asuman responsabilidades y que era mejor ir dejando las cosas de a pocos. Que tal mentira vivía.

El domingo (día del paseo con mis confirmandos) me di cuenta que estaba equivocado. Así como el cuerpo no funciona sin cabeza, así un grupo no va bien sin el aporte de los responsables. Eso lo sabia, pero quería llevar las cosa sin preocuparme y di por asentado que todo saldría bien. Pero me equivoque y los problemas que tuvimos en el paseo han hecho que eso se notara mucho. Y ello me hizo pensar.

Tal vez no es tiempo de dejar la catequesis, tal vez aún tengo mucho que dar y Dios me ha dicho de esta manera que es la hora de reaccionar y darme cuenta que todavía aun puedo dar más. Si, Dios me jalo las orejas (así como mis padres me hacían para que reaccione) y yo le doy gracias por ello…