Después de confirmarse, todos los chicos en mi parroquia son invitados a ser catequistas. Pero es en ese momento en que se formula una pregunta ¿podré ser catequista? Y aunque existen los que ya tomaron la decisión de ser catequistas, existen otros que dudan o que ponen excusas para serlo (durante mis pocos años de catequista he escuchado diversas de ellas). Desde que no tengo tiempo (que es la que mas he oído) hasta la de tengo que ser mas ordenado, que me da miedo hablar en publico, debo de estudiar o que debo mejorar como persona para poder ser catequista, incluso preguntas como la de “¿Por qué yo?”.
A ustedes chicos que tiene la duda de ser o no catequistas, yo les digo que no debe haber excusas para seguir al Señor, miren que cuando Jesús llamo a sus discípulos TODOS ESTABAN OCUPADOS HACIENDO ALGO (Mt. 4, 18 – 21; Mc. 1,16 – 20; Mt. 9,9).
Para ser catequista no hay que ser un erudito en religión o conocer todas las citas de la Biblia, eso se aprende de pocos. Tampoco hay que ser un gran orador o ser una excelente persona, todos aquello que somos catequistas hemos ido cambiando de a pocos. Ser catequista no es algo del otro mundo, ni somos personas de otro mundo. Simplemente somos hombres y mujeres que encontramos la alegría más grande que existe y lo revelamos a todo el mundo.
Todos hemos tenido dudas al inicio, pero si Jesús te dice: Sígueme, ¿Qué respuestas le vas a dar? Eso solo tú lo sabes. Pero no pongas excusas, solo pide a Dios que te ayude a tomar la decisión correcta. Solo tú sabes cual va a ser tu respuesta.
“Jesús les dijo: ‘Síganme y los haré pescadores de hombres’” (Mt. 4,19)
A ustedes chicos que tiene la duda de ser o no catequistas, yo les digo que no debe haber excusas para seguir al Señor, miren que cuando Jesús llamo a sus discípulos TODOS ESTABAN OCUPADOS HACIENDO ALGO (Mt. 4, 18 – 21; Mc. 1,16 – 20; Mt. 9,9).
Para ser catequista no hay que ser un erudito en religión o conocer todas las citas de la Biblia, eso se aprende de pocos. Tampoco hay que ser un gran orador o ser una excelente persona, todos aquello que somos catequistas hemos ido cambiando de a pocos. Ser catequista no es algo del otro mundo, ni somos personas de otro mundo. Simplemente somos hombres y mujeres que encontramos la alegría más grande que existe y lo revelamos a todo el mundo.
Todos hemos tenido dudas al inicio, pero si Jesús te dice: Sígueme, ¿Qué respuestas le vas a dar? Eso solo tú lo sabes. Pero no pongas excusas, solo pide a Dios que te ayude a tomar la decisión correcta. Solo tú sabes cual va a ser tu respuesta.
“Jesús les dijo: ‘Síganme y los haré pescadores de hombres’” (Mt. 4,19)