Para ser catequista no es solamente dar catequesis… sino también debe uno tener formación. Yo tuve la oportunidad que mi grupo de catequesis me haya enviado a una escuela de catequistas y logrado terminar todos los ciclos que implicaba. Pero mas allá de quedarme con ello, siempre busco participar de otras actividades o talleres de formación. Es importante hacerlo porque con ello aprendes un poco más sobre cómo dar una buena catequesis, además de conocer y compartir tu vivencia de grupo con otros catequistas, ello te nutre y te ayuda a colaborar para el crecimiento del grupo.
Así como yo, existen muchas personas que siempre buscan formarse más y más, pero también están las que tras un tiempo de formación creen que ya lo saben todo. Alguna vez he escuchado frases como “yo ya he terminado la escuela para catequistas, no necesito aprender más” o “tengo suficiente formación como para ir a una escuela de catequistas”. A las personas que alguna vez han dicho estas frases o otras parecidas les digo que uno nunca llega a aprender todo, siempre hay algo más que nos falta aprender, es por ello que la formación de un catequista debe ser PERMANENTE.
Así como yo, existen muchas personas que siempre buscan formarse más y más, pero también están las que tras un tiempo de formación creen que ya lo saben todo. Alguna vez he escuchado frases como “yo ya he terminado la escuela para catequistas, no necesito aprender más” o “tengo suficiente formación como para ir a una escuela de catequistas”. A las personas que alguna vez han dicho estas frases o otras parecidas les digo que uno nunca llega a aprender todo, siempre hay algo más que nos falta aprender, es por ello que la formación de un catequista debe ser PERMANENTE.
Los tiempos cambian y los jovenes tambien, es por ello que es necesario que nos preparemos para todo lo que en el futuro se nos viene, recordemos que ser catequista es como ser una especie de profesor: siempre hay algo nuevo que enseñar y algo nuevo que aprender, y nos corresponde estar siempre listos.